El Invierno y el Trastorno Afectivo Estacional: Un desafío para muchos

San Diego, California
Aide Valdez

La temporada de invierno suele ser sinónimo de momentos de unión familiar, fiestas, decoraciones y luces brillantes que alegran el ambiente. Sin embargo, no todos disfrutan de esta época de la misma manera. Para algunas personas, el invierno trae consigo una sombra de tristeza y desolación. Esto es particularmente cierto para quienes padecen el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una condición que se asocia con los cambios de estación y que afecta el estado de ánimo de muchas personas durante los meses más fríos.

El TAE y su conexión con el invierno

Como su nombre indica, el Trastorno Afectivo Estacional está relacionado con los cambios de estación. El clima frío, la reducción de la luz solar y el ajuste del horario pueden desencadenar los síntomas de este trastorno, que afecta tanto a hombres como mujeres, aunque se presenta con mayor frecuencia en las mujeres. Araceli, una estilista de profesión, comparte su experiencia personal con el TAE. Ella ha vivido con esta condición durante años y menciona que sus síntomas empeoran significativamente durante el invierno. Para Araceli, quien ha sufrido la pérdida de su hermana a causa de la depresión, las festividades y las celebraciones invernales son especialmente difíciles.

Los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional

El TAE se caracteriza por una serie de síntomas que pueden incluir trastornos del sueño (como dormir en exceso o no poder dormir), antojos por carbohidratos y comida chatarra, comer en exceso, dificultad para concentrarse y una sensación general de tristeza o desesperanza. Estos síntomas pueden ser más intensos en personas que ya padecen de depresión.

Además, la reducción de la luz solar durante los meses invernales tiene un impacto directo en los niveles de serotonina, una sustancia química en el cerebro que regula el estado de ánimo. La falta de luz solar también puede alterar los niveles de melatonina, la hormona encargada de regular los patrones de sueño.

Factores de riesgo y consecuencias

Aunque el TAE puede afectar a cualquier persona, hay varios factores que aumentan el riesgo de padecerlo. Entre estos se incluyen la genética, vivir en lugares alejados del ecuador, y tener niveles bajos de vitamina D. Los expertos también destacan que las mujeres tienen una mayor probabilidad de desarrollar este trastorno. Araceli, como estilista, menciona que atender su negocio a veces se convierte en un desafío debido a los efectos del TAE en su energía y motivación.

Según reportes recientes de APA’S HEALTHY MINDS, el 41% de la población en Estados Unidos reporta cambios de ánimo durante el invierno, lo que subraya la prevalencia de esta condición.

Las complicaciones del TAE son serias. Este trastorno puede llevar al aislamiento social, problemas en el trabajo o la escuela, abuso de sustancias, trastornos alimentarios, ansiedad e incluso pensamientos o comportamientos suicidas.

Tratamiento y soluciones

Afortunadamente, el Trastorno Afectivo Estacional tiene tratamiento. Los enfoques incluyen terapias de luz, terapia psicológica, medicamentos y suplementos de vitamina D. Además, estudios han demostrado que actividades tan sencillas como hacer ejercicio regularmente, tomar caminatas al aire libre o exponerse a la luz solar por unos minutos al día pueden marcar una gran diferencia en el manejo de los síntomas.

Para quienes padecen el TAE, buscar apoyo y tratamiento adecuado es esencial. A través de un enfoque integral, es posible reducir el impacto de esta condición y recuperar el bienestar durante los meses más fríos del año.

Para recursos de ayuda en salud mental o en caso de crisis, puede llamar a:

  • Línea Nacional de Prevención del Suicidio (EE.UU.): 988
  • Línea de Crisis de Salud Mental (México): 800-911-2000

Recuerde que buscar ayuda es un paso importante para superar cualquier crisis emocional o de salud mental. No está solo.